jueves, 29 de octubre de 2015

Ser resiliente



Ser resiliente

La globalización como realidad actual de las organizaciones, incrementa la necesidad de ser competitivos de manera permanente, las exigencias del entorno cambian las expectativas y requerimientos del negocio, siendo necesario que las personas asuman roles diferentes, sean flexibles a los cambios que enfrentan y respondan con energía y compromiso ante los retos que  se les plantean, los cuales, impactan de manera inesperada sus valores, necesidades e intereses personales.

Esta época de cambios requiere nuevos recursos internos en las personas para que puedan enfrentar la adversidad y reaccionar de manera activa a las exigencias del entorno, sin que ello afecte su estabilidad emocional o calidad de vida esperada. No todas las personas reaccionan con la misma serenidad y fortaleza y la gran pregunta es ¿qué distingue a los seres humanos que ante un mismo evento inesperado lleva a algunos a reaccionar con entereza y se sobreponen a  la adversidad?,  mientras que otros,  se sumen en la tristeza y depresión sin lograr recuperarse y salir adelante.


La resiliencia hoy día se identifica  en las personas que llevan serenidad por dentro y son capaces de infundir paz aún en medio de los momentos de mayor tribulación. Consiste en tener una verdadera vocación  de ser humano, donde la voluntad y la fe  son características esenciales para  salir adelante al transitar por el mundo que nos ha tocado vivir y que en ocasiones nos presenta momentos difíciles que prueban  nuestra capacidad para resistir y salir adelante con un espíritu fortalecido y lleno de riqueza para asimilar el evento y aprender del mismo.



Con frecuencia la vida nos lleva por caminos inesperados que cambian por completo  nuestros planes de vida, tanto personales como laborales,  y originan que las emociones y sentimientos se intensifiquen, nublando el pensamiento y las decisiones de las personas. La resiliencia, es esa fortaleza que aflora ante la adversidad y estabiliza las  reacciones, brindando elementos de soporte para procesar el evento inesperado  y reaccionar de la mejor manera.  Implica por un lado,  un análisis de las propias fortalezas,  es decir, reconocer los dones, talentos y poderes que poseemos y que con frecuencia desperdiciamos ante el dolor.  Y por el otro lado, reconocer los propios errores y actuar en consecuencia para corregirlos, desactivando con ello la posibilidad de auto sabotearnos  y generar más estrés y angustia ante los momentos difíciles que  no está  en nuestras manos evitar.


Por fortuna, la resiliencia es una competencia que se puede desarrollar,  y requiere un trabajo personal en las tres áreas que integran a la persona: física, mental y espiritual, no es posible lograr que las personas fluyan y reflejen fortaleza interior si una de sus tres áreas que lo componen está desbalanceada, ya que invariablemente afectará a las otras dos.  Sí, la resiliencia se puede desarrollar, el gran problema es que las personas no se preocupan por ello hasta que se ven sorprendidos por una eventualidad que les lleva a reflexionar sobre la importancia de fortalecer su capacidad interior.


Existen conductas que distinguen a las personas resilientes y  que sus efectos los llevan no sólo a sobreponerse a la adversidad, sino a ser exitosos, optimistas y cooperadores.
  •  Mantienen un espíritu alegre, optimista e irradian buen humor.
  • Se recuperan con rapidez de una crisis, trauma o situación difícil.
  • Cuentan con herramientas para manejar el dolor y seguir avanzando.
  • Convierten la adversidad en oportunidad.



Parece fácil, pero en realidad son resultado de una serie de acciones que podemos realizar para ir fortaleciendo nuestro interior.
  • Estrechar y fortalecer lazos familiares.
  • Establecer una red de amistades congruentes y confiables.
  • Fortalecer la inteligencia emocional
  • Desarrollar tolerancia a la frustración
  • Desarrollo integral personal, mente, cuerpo y espíritu

Las personas resilientes enfrentan la vida por difícil que sea con entusiasmo y energía, desechan y modifican las conductas negativa y se esfuerzan por controlar los impulsos que las desvías de la productividad y estabilidad. Enfocan su energía en construir, muestran una auto estima robusta, y día tras día  se esfuerzan por lograr el equilibrio en su comportamiento cotidiano, teniendo como meta alcanzar las cuatro C´s: Consistencia, Coherencia, Congruencia y Confiabilidad.

La Resiliencia es por tanto, hacer consciencia de nuestro potencial  y actuar con la responsabilidad de nuestra vestimenta interior para salir a enfrentar los retos que nos presenta nuestra realidad personal y laboral, con la firme convicción de aprender  y trascender a los eventos difíciles,  respondiendo siempre con la mejor actitud.

Mtra. Jacqueline Arévalo Rubio.  Coach, Consultora y Facilitadora en Capital Humano.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario